domingo, 23 de mayo de 2010

Inicios y evolución de la migración guatemalteca a Estado Unidos




Inicios y evolución de la migración guatemalteca hacia Estados Unidos




La emigración desde Guatemala empezó, como muchas centroamericanas, como un movimiento lento pero sostenido. Posterior al terremoto del 1976 y con el inicio de los conflictos internos en la década de los ochenta se detecta un aumento considerable en el número de migrantes. Según datos de la CEPAL (2000) (1), la población migrante se quintuplicó entre 1980 y 1990. 

Los datos de la OIM muestran una subida desde 1998, un dramático y excepcional descenso en el año 2001, que correspondería al efecto al 11 de Septiembre. Posteriormente, los flujos recuperan su dinamismo, creciendo de forma sostenida.

El gráfico siguiente muestra el número de emigrantes por año desde 1990 (OIM, 2005) (2).





La migración guatemalteca presenta diferentes tendencias y motivos entrecruzados: migración interna (rural-rural o rural-urbana), desplazamientos internos forzados, refugiados, demanda de asilo internacional, emigración laboral temporal y migración interregional.





Durante las dos últimas décadas del siglo XX (1980-2000), se movilizaron grandes contingentes de población que huían del peligro de perder la vida por razones de los conflictos armados que azotaron a la región centroamericana y, en particular, a Guatemala. Entre 1982 y 1983, como resultado del conflicto armado, se destruyeron más de 400 aldeas indígenas, lo que provocó la movilización forzada interna de más de 1.5 millones de guatemaltecos y guatemaltecas, obligando la salida de más de 150,000 personas, indígenas en su mayoría, que buscaron refugio en la región fronteriza con México. (Fuente: Comisión de Esclarecimiento Histórico –CEH– (1999:167-274), en IDH Guatemala, 2006) (3)



La mayoría tiene como destino Estados Unidos (60% de ellos sin autorización), México, y últimamente Canadá (bajo esquemas de migración temporal laboral asistida). Según la OIM (2006) (4), el destino de los Estados Unidos es escogido por el 98.2% de los emigrantes. Algunos guatemaltecos también han emigrado a Costa Rica, El Salvador, Honduras y Belice.










·         Número de personas guatemaltecas residentes en Estados Unidos.
La OIM (2006) (5) estimaba que la población guatemalteca en Estados Unidos alcanzaba las 1,178,000 personas en el 2006.

·         Feminización de la migración guatemalteca a Estados Unidos
Dadas las dificultades que presume un viaje por tierra desde Guatemala a Estados Unidos por vías no autorizadas, la mayoría de los migrantes por este medio son hombres. Se estima que de la población residente en el extranjero, 72% son hombres y 28% mujeres.

·         Distribución por edad
La mayor parte de los y las migrantes de Guatemala se encuentra concentrado en los cohortes entre 15 y 44 años, es decir, en la edad productiva. Este comportamiento tiene una incidencia directa en las tasas de fecundidad de sus comunidades de origen.

·         Nivel educativo
Según los datos de la OIM (2005) (6), el 50.6% de la población residente en el extranjero tiene algún grado de educación primaria: el 23.5% no logró completar la primaria y el 27.1% viajó con la primaria completa. El 7.0% viajó con la secundaria incompleta y el 12.0% concluyó la educación secundaria. El 5.5% de la población viajó con educación diversificada incompleta y el 17.3% viajó con terminada la educación diversificada. El 1.2% de las personas que viajaron con algún grado universitario y el 0.6% (7,527) emigraron siendo profesionales universitarios.

Es posible que la migración de profesionales guatemaltecos esté relacionada con la globalización de los mercados o con el deseo de mejorar su situación económica y social por fuera de Guatemala. Muchos definen este proceso como "fuga de cerebros"; lo que si es cierto es que Guatemala perdió este capital humano altamente calificado. Contrariamente, el 3.7% se fue sin ningún nivel de escolaridad.

Al comparar la proporción por sexo de migrantes que viajaron sin tener ningún nivel educativo, o con un nivel diversificado completo se encuentra que ésta es más alta para las mujeres. Adicionalmente, la proporción de mujeres con estudios superiores completos o no, solo es ligeramente inferior a los hombres (1.06% versus 1.15%).

·         Inserción laboral
Según la OIM (Cuadernos 15, 2002) (7), el 87.9% de la población que vivía en el exterior en el 2002 (estimada a 1,237,050 personas) era económicamente activa.

La información indica que la población femenina ocupada que emigró laboraba como trabajadoras de servicio y vendedoras (30.2%), siguiendo el grupo de trabajadoras no calificadas con el 20.5%, el 16.8% que corresponde a empleadas de oficina, indicando que una buena parte de las mujeres que decidieron emigrar tenían cierta formación. Notemos que la categoría de mujeres económicamente no activa es alta antes de irse (más de la mitad) pero desaparece después de la migración. Para las mujeres económicamente activas antes de migrar, las ocupaciones “trabajadoras de servicio y vendedoras” y “trabajadoras no calificadas” antes de migrar siguen después de migrar, pero con un porcentaje mayor, ya que absorbe a las mujeres anteriormente inactiva.



La siguiente gráfica muestra la reubicación de los hombres emigrantes a nivel laboral en el extranjero. Se observa una dramática baja en la tasa de empleo en el sector agrícola. Una buena proporción ha logrado mantener su posición como profesional y la tasa de Directivos ha aumentado. Los Técnicos y Profesionales de Nivel Medio se han convertido a artesanos y en actividades no calificadas. Por otro lado, las personas que se fueron a estudiar a Estados Unidos ocupan ahora estos puestos. El mismo fenómeno pasa con los Empleados de Oficina.












De la población económicamente inactiva antes de migrar, 55.6% eran estudiantes y 44.4% amas de casa. Sin embargo, estas personas entran a laborar en el mercado remunerado después de migrar, lo que incrementa de un 23% la tasa de personas económicamente activas con respecto al total de las personas encuestadas.
·         Envío de remesas y uso de las mismas
Según la OIM (2006) (8), el promedio mensual de remesas recibidas por hogar es de US$309.

Los resultados de la encuesta anual señalan que el 50.3% de las remesas se destinan al consumo. El 43.1% lo destinan a alimentos, el 3.0% a vestuario y calzado, el 1.0% a transporte, el 0.8% a equipamiento del hogar y el 2.4% para otros gastos.

Se estimó el 14.1% de las remesas las destinan para consumo intermedio relacionado con inversión y producción, es decir que los hogares receptores de remesas están invirtiendo el 10.0% en mercancías y productos que generan un valor agregado a la producción, el 1.3% en alquileres de instalaciones, el 2.8% en otros gastos (mantenimiento de equipo, promoción, etc.). No obstante, se observa un descenso con relación al año 2005, puesto que una mayor población está adquiriendo y construyendo bienes inmuebles.

Los resultados indican que el 21.5% de las remesas son destinadas a inversión y ahorro. Los hogares están invirtiendo el 5.9% de las remesas para comprar bienes inmuebles, 4.1% lo están destinando a la compra de viviendas, el 1.1% para comprar maquinaria, el 0.3% para compra de animales (vacas, pollos, etc.), el 9.0% lo destinan al ahorro. En este rubro también se incluyó la construcción y reparación de viviendas afectadas por la Tormenta Stan (0.04%). El 1.1% de las remesas fueron destinadas a la compra de seguros.

También se determinó que el 14.2% de las remesas las destinan a la inversión social (salud y educación). El 8.3% es destinado a la salud y el 6.0% a la educación de la familia.

Según la OIM (2005) (9), el uso de las remesas es diferente según el género. Las mujeres destinan más las remesas al consumo y los hombres más al consumo intermedio, a la inversión y ahorro, y a la inversión social.
Uso de las Remesas Según Sexo (2005)

Source: Elaborated by author, according to OIM 2005.
Fuente: Elaboración propio, según OIM 2005.






Estos datos corroboran las conclusiones del estudio de la CEPAL (Guatemala, 2000) (10) según el cual los hombres que mandan remesas lo hacen como futuros proveedores de la familia, por lo cual tratan de ahorrar este dinero o invertirlo, mientras que las mujeres se ven más como agentes de la supervivencia del hogar y mandan las remesas para los gastos básicos de la familia.








(1) CEPAL, Méjico, 2000, Remesas colectivas en Guatemala, Vínculos de solidaridad entre emigrantes y comunidades de origen, 1998.





 (2) OIM, 2005, Cuadernos de Trabajo Sobre Migración, 21, Encuesta Sobre Remesas 2005 y microempresas.





 (3) PNUD, Guatemala, 2005, Diversidad étnico-cultural: La ciudadanía en un Estado Plural, Informe Nacional de Desarrollo Humano, Guatemala, 2005.





 (4) OIM, 2006, Cuadernos de Trabajo Sobre Migración, 23, Encuesta Sobre Remesas 2006, Inversión en Salud y Educación.





 (5) idem





 (6) OIM, 2005, Cuadernos de Trabajo Sobre Migración, 21, Encuesta Sobre Remesas 2005 y microempresas.





 (7) OIM, 2002, Cuadernos de Trabajo Sobre Migración, 15, Encuesta Nacional Sobre Emigración Internacional de Guatemaltecos, Resultados Definitivos.





 (8) OIM, 2006, Cuadernos de Trabajo Sobre Migración, 23, Encuesta Sobre Remesas 2006, Inversión en Salud y Educación





 (9) OIM, 2005, Cuadernos de Trabajo Sobre Migración, 21, Encuesta Sobre Remesas 2005 y microempresas.





 (10) CEPAL, Méjico, 2000, Remesas colectivas en Guatemala, Vínculos de solidaridad entre emigrantes y comunidades de origen, 1998




Para conocer los resultados detallados de la investigación “Encuesta de Remesas 2007. Perspectiva de Género” , realizada en colaboración entre la OIM Guatemala y el INSTRAW, ver el informe completo en el sitio de la OIM Guatemala en el siguiente link en formato PDF (136 hojas)   




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